La mochada: El aceitado de las campañas del PRI
A través del miedo, organizaciones sindicales secuestran beneficios a cambio de dádivas, como comisiones sindicales, caprichos viciosos y lujos superfluos innecesarios para llevar una vida cómoda con la familia, a gente huevona que no le gusta subir a trabajar a plataforma, dense cuenta como todos los secretarios generales han sido choferes o maleteros.
Éstos buscan enriquecerse al instante utilizando el aparato estatal de la empresa petrolera llegando al cobro por subida o extorsión de $15,000 (Quince Mil Pesos 00/100) que se entrega a los funcionarios designados a cada complejo petrolero formando un grupo de varios funcionarios adjuntos sindicales coordinando la tranza con los delegados a bordo en los centros de trabajo elegidos por trabajadores de planta.
Se dice que en promedio un trabajador plataformero gana $45,000 pesos al mes, fíjese como condicionando a los trabajadores transitorios -cubre faltas, no de planta- por la mencionada cantidad deben entregar aproximadamente el 30% de su salario por adelantado condicionando así el bienestar de la familia.
15,000
Número de trabajadores transitorios que contratan en la Zona Marina
Aquí nos toca de a chambelán: Báilale con la quinceañera o hay trabajo
– Trabajador transitorio EXTORSIONADO
La lavadora humana del sindicato charro
Aquí todo es en efectivo, entre menos rastro mejor. Por eso es que ese dinero no ha sido detectado, ya que es sustraído de la empresa mediante esclavitud laboral y extorsión de los 15mil varos por subida mediante el miedo de dejarte sin trabajo y al no tener contrato su familia ni el trabajador tienen servicio médico. Es por eso que el miedo se apodera del trabajador generando un hartazgo silencioso modificando su conducta social y laboral llevándolo a crisis inesperadas que el mismo trabajador desconoce.
Por esta esclavitud es que sigue aceitándose la maquinaria sindical-priísta mediante este tipo de excesos represivos que generan jugosas ganancias “limpias” lavadas con el sudor de los trabajadores.
Continuará…?
