
Organismos internacionales, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe ( CEPAL ), han subrayado la importancia de la infraestructura como un eje articulador de políticas públicas eficaces. En este contexto, el sistema financiero —y en particular la banca— debe desempeñar un papel estratégico, al facilitar el financiamiento de proyectos que atiendan necesidades críticas en sectores como los de agua, energía, vivienda y movilidad.
La participación activa del sector bancario en el financiamiento de infraestructura no es una opción, sino una oportunidad única frente a los retos estructurales del país. Esta visión está alineada con iniciativas como el Plan México , que establece una hoja de ruta para detonar el desarrollo regional y cerrar brechas históricas.
En este marco, instituciones financieras con presencia nacional han comenzado a redoblar esfuerzos. Un ejemplo de ello es la colocación de 170,000 millones de pesos de parte de Multiva, en los próximos tres años, para proyectos que impulsen dichos sectores clave. Esta inversión representa una apuesta no sólo por el crecimiento económico, sino por la sostenibilidad y la inclusión.
La transformación institucional también es parte de este proceso. En el caso de Multiva, esta evolución ha implicado una redefinición de su modelo de negocio, orientado a un conocimiento más profundo de los sectores estratégicos del país y a la generación de soluciones financieras a la medida. Esta estrategia se apoya en una inversión tecnológica significativa —700 millones de pesos entre 2025 y 2027—, destinada a robustecer su plataforma digital y mejorar la experiencia del cliente.
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