elige hoy México a 881 juzgadores

Fabiola Martínez y Lilian Hernández

Periódico La Jornada
Domingo 1º de junio de 2025, p. 3

México elegirá hoy por voto popular a ministros, magistrados y jueces, en los primeros comicios de su tipo en México y en el mundo, a partir de un modelo operativo complejo para las autoridades y los ciudadanos.

En total, 99 millones 793 mil 821 electores están llamados a las urnas para renovar por esta vía 881 cargos, la mitad de personas juzgadoras del Poder Judicial de la Federación, en un proceso en el que están excluidos los partidos políticos. Además, fueron impuestas múltiples restricciones, sobre todo para la difusión de propaganda, y por primera vez los candidatos no tuvieron financiamiento público.

Esta larga marcha en torno a la reforma judicial –cuya iniciativa fue enviada por el Ejecutivo al Congreso en febrero de 2024 y promulgada en septiembre de ese mismo año– ha registrado más de 800 juicios de amparo interpuestos por los opositores a este marco constitucional.

El decreto de la reforma ordenó al Instituto Nacional Electoral (INE) organizar la elección extraordinaria, histórica e inédita, cuando el órgano apenas salía del proceso electoral 2023-2024, del que surgió la primera Presidenta de México y la renovación del Congreso de la Unión, con mayoría absoluta de Morena y aliados.

Así, el INE recibió el mandato constitucional de diseñar las nuevas boletas y, además, una geografía electoral-judicial que hasta la fecha pocos entienden. En suma, construir en el camino todo lo que hiciera falta para tener elecciones el primer domingo de junio de 2025.

Pero al mismo tiempo, el mismo INE quedó excluido de la evaluación de candidaturas; en cambio, se asignó la tarea a los tres Poderes de la Unión y el Senado hizo las veces de coordinador.

El banderazo hacia la elección se dio en tiempo y forma en septiembre pasado. Sin embargo, el pasmo para el mismo instituto vino enseguida frente a la cantidad de litigios para intentar derogar la reforma, y hasta multas judiciales impuestas a los consejeros electorales, supuestamente por desacatar amparos.

Estuvimos dos meses en un estado de espera, de una resolución que finalmente otorgó la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), dijo esta semana la presidenta del INE, Guadalupe Taddei, frente a los representantes de más de 300 visitantes extranjeros interesados en saber cómo se elegirá por voto popular a 881 personas juzgadoras.

Les explicó que la organización de la elección avanzó no sólo frente a los juicios de amparo, sino también a las palabras discordantes, discursos disonantes y agresivos de los opositores a la reforma.

La complejidad del voto judicial obligó al INE a crear un micrositio para conocer las fichas curriculares de 3 mil 397 candidatos; además, practicar el voto y ubicar su casilla. A esta plataforma la denominó CPU: Cónoceles-Practica-Ubica.

El 12 de febrero, a través de la presidencia del Senado, los consejeros recibieron un archivo electrónico, con nombres y datos personales. El árbitro electoral no podía meter mano a la lista, apenas echar un vistazo para corregir datos personales.

A la par, los peritos electorales se quebraban la cabeza para diseñar las boletas en las que esta vez no aparecerían nombres ni símbolos de partidos políticos –excluidos de este proceso, también por mandato constitucional– sino los nombres de más de 3 mil personas.

De entrada, el método, las prisas y la falta de recursos (la Cámara de Diputados les dio la mitad del presupuesto que pidieron para la elección), dejó fuera de una votación autónoma a personas ciegas y/o analfabetas; tampoco se incluyó a personas en prisión preventiva ni a mexicanos en el extranjero.

El dinero disponible (casi 7 mil millones de pesos) llevó al INE a planear la instalación de sólo la mitad de las casillas, respecto a las disponibles en la elección federal del año pasado.

Este domingo los electores llegarán a la mesa, se identificarán frente a los funcionarios, quienes les darán las boletas correspondientes, les marcarán la credencial, pondrán en la lista el sello votó y de una vez les entintarán el dedo pulgar. Avanzarán a la mampara, marcarán las papeletas y las depositarán todas en una boleta única, tanto las seis de la elección federal como las de la elección judicial local. De ahí a la salida de la casilla.