Bitcoin decepciona como “oro digital” ante ola de incertidumbre; ¿va a subir o bajar su precio?

La turbulencia arancelaria planteó un escenario desafiante para los inversionistas debido a que otros instrumentos que tradicionalmente funcionan como reserva de valor, como los bonos del Tesoro o el propio dólar, sufrieron caídas en sus precios, una anomalía en términos teóricos.

Quedaron pocas opciones cuando se dispararon las ventas de acciones alrededor del mundo, entre ellas el oro y otras divisas como el franco suizo y el euro. Pero no fue el caso del bitcoin y, en general, tampoco el de las criptomonedas.

Desde el inicio del año hasta la fecha, el bitcoin cayó 3% y el índice Nasdaq Crypto se hundió más de 12%.

Las acciones tratan de recuperarse, pero el S&P 500 de Wall Street todavía acumula una pérdida de 6.53% desde el inicio del año hasta el cierre de este jueves.

En este escenario complejo, el oro no para de romper récords y acumula un crecimiento superior al 25% en lo que va de 2025.

De tal modo que el bitcoin está muy lejos de convertirse en un activo digital con las propiedades de valoración estable y creciente del oro.

¿Qué le espera al bitcoin?

Este año, el bitcoin rebasó momentáneamente la cotización de los 100,000 dólares por unidad. Y después de caer a los 75,000 dólares, se recuperó en días recientes, ante el optimismo generalizado sobre una tregua en la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Pero su destino para 2025 depende todavía de cómo cambien las perspectivas de crecimiento económico mundiales, la política monetaria en Estados Unidos y la política de comercial.

«Bitcoin podría encontrar un fuerte apoyo si el interés institucional sigue creciendo. Esta semana, los ETF de bitcoin con sede en Estados Unidos atrajeron casi 1,000 millones de dólares en entradas netas durante dos días consecutivos, lo que respaldó los precios», explicó Pepperstone.

Además, una reducción en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal se traducirá en un aumento de la liquidez mundial, dando un impulso al bitcoin.

Y sobre su evolución hacia un activo más estable y confiable, será determinante su expansión en los ETF (fondos cotizados al contado) y en las participaciones empresariales a gran escala.