Retira Gobierno de CDMX a migrantes que acampaban junto a la Central del Norte

Jessica Xantomila

Periódico La Jornada
Miércoles 12 de marzo de 2025, p. 12

Sin hacer uso de la fuerza, anoche autoridades de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México desalojaron a los migrantes que habitaban en el campamento irregular instalado cerca de la Central de Autobuses del Norte, bajo el argumento de que ya no se puede garantizar seguridad a ninguna persona.

Los funcionarios arribaron después de las 19:30 horas con tres camiones para trasladar a los extranjeros a albergues, pero no todos aceptaron y algunos decidieron quedarse. En este campamento habitaban por lo menos 100 personas –según autoridades–, entre ellas niñas y niños, principalmente de Venezuela, aunque también había de Colombia y Honduras.

Ante el operativo, muchos de los indocumentados, entre la incertidumbre y la tristeza, empacaron sus escasas pertenencias, desde cobijas, ropa, carriolas, peluches, bocinas, mochilas y alimentos hasta tanques de gas, pero no todos aceptaron ser trasladados a albergues.

Varios señalaron que preferían irse a hoteles o con amigos, para después poder rentar un cuarto, ya que temían que sus familias fueran separadas o que una vez en el albergue los horarios les complicaran continuar con sus trabajos.

Indicaron que algunos laboran en construcciones, en dulcerías, vendiendo en los semáforos y en otros trabajos informales.

Muchos migrantes criticaron el operativo, ya que dijeron que no les dieron tiempo de preparar y buscar dónde pasar la noche.

Temístocles Villanueva, coordinador de Atención a la Movilidad Humana del gobierno capitalino, explicó que los albergues adonde serían trasladados los migrantes son el de Tepito y el de Peralvillo.

El desalojo fue monitoreado por organizaciones civiles. A su vez, Anahí Ruelas, del Instituto Federal de Defensoría Pública, condenó el operativo y señaló que el argumento de inseguridad es una excusa, porque el tema se puede abordar sin necesidad de desalojarlos.

Una vez que los migrantes abandonaron sus pequeños cuartos construidos con retazos de madera, éstos fueron destruidos por personal de limpieza. En tanto, los extranjeros que decidieron permanecer en sus ranchitos se quedaron bajo el temor de ser retirados por el Instituto Nacional de Migración en los próximos días.