El buque escuela Cuauhtémoc, listo para una nueva travesía

▲ En la imagen, elementos de la tripulación colocan velas en los mástiles de la nave.Foto Jorge Pablo García
Gustavo Castillo García
Enviado
Periódico La Jornada
Martes 11 de marzo de 2025, p. 12
Salina Cruz, Oax., El buque escuela Cuauhtémoc, nave insignia de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), está listo para su próxima travesía.
Luego de dos meses de mantenimiento, de que cada una de sus partes fue pulida o tallada, pintada o reparada meticulosamente, navega del astillero de Salina Cruz con destino al puerto de Acapulco, donde mañana recibirá a una nueva generación de cadetes.
En abril partirá con una tripulación de 300 integrantes de la Armada –incluidos 90 cadetes– para continuar su misión de embajador de buena voluntad
por los mares del mundo, en un viaje que durará hasta diciembre.
La embarcación, comandada por el capitán de navío Víctor Hugo Molina Pérez, ya efectuó pruebas en el astillero y en el mar, después de su viaje tricontinental 2024, que concluyó el 14 de diciembre pasado.
En esa gira recorrió puertos en Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, China, Filipinas, Singapur, Indonesia, Australia, Nueva Zelanda y Tahití.
A partir de abril visitará Cuba, Jamaica, Estados Unidos y puertos del norte de Europa. La tripulación capacitará a los cadetes de cuarto año de estudios profesionales que han cursado en la Heroica Escuela Naval y otros planteles.
Mientras recorre las aguas del Océano Pacífico de Oaxaca a Guerrero, la nave es escoltada a momentos por delfines, mientras la tripulación revisa, coloca y amarra a los mástiles las velas que son su orgullo y que han servido para la formación de más de 30 generaciones de capitanes, oficiales, cadetes, así como personal de clases y marinería a lo largo de sus casi 43 años de servicio.
En esta tripulación hay mandos que cruzarán los océanos por cuarta o quinta ocasión. Lo hicieron por primera vez cuando tenían 18 años y ahora tienen más de 30 de servicio en la Armada.
Es el caso del capitán de corbeta Jaime de Jesús Trejo González, quien desempeña temporalmente el cargo de segundo comandante del buque escuela Cuauhtémoc.
En la travesía al puerto de Acapulco, hay maestres, como se denomina uno de los rangos navales, que se encargan del timón. Bajo la supervisión de sus superiores llevan el buque a través de las aguas que, sobre todo en la zona del Istmo de Tehuantepec, se mueven agitadas por el viento.
Hay decenas de mujeres maestres, como Fernanda Carrasco, quien, además de subir las escalas y ayudar a subir y colocar las velas en los mástiles, también llevan a cabo otras labores de apoyo como cualquier marino varón. Por ello cumple turnos como vigía, pendiente de lo que se mueve en torno o enfrente del buque y que puede representar un riesgo.
Aquí todo tiene horarios, turnos o, dicho en términos marineros, faenas.
Cada labor, advertencia o puesta en conocimiento se traduce en sonidos distintivos con silbato, que son más de 100 claves de pito marinero; entre las más utilizadas están las que dan indicaciones a los responsables de los tres palos, como se llama a cada mástil: trinquete, mayor y mesana.
Los silbidos también se utilizan para avisar de viento, tormenta, nieve o situaciones de riesgo en la ruta; para dar órdenes de maniobras, bajar o subir las velas, pasar lista o señalar que es hora de la comida o del relevo nocturno que vigilará la navegación, mientras parte de la tripulación descansa.
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