Iván Espinosa, el hombre de producto que debe salvar a Nissan y renegociar con Honda

La salida de Makoto Uchida, su predecesor, fue una de las condiciones que Honda puso sobre la mesa para retomar las conversaciones. El fabricante con sede en Tokio exigió, además, que Nissan abandonara su tecnología híbrida e-Power en favor de la de Honda, con el argumento de que esto generaría mayores economías de escala.
Un hombre de producto
Espinosa, a sus poco más de 40 años, es parte de una nueva generación de líderes en la industria automotriz. Es ingeniero de formación, pero su fortaleza es la visión de producto. En Nissan se le reconoce por su capacidad de entender la tecnología desde la concepción hasta la producción, lo que podría ser clave para negociar con Honda.
Como un hombre de producto, Espinosa conoce a detalle las fortalezas y limitaciones de la tecnología de Nissan, lo que le otorga una posición clave en la negociación. Su experiencia le permitirá identificar qué desarrollos son irrenunciables para la marca y cuáles podrían cederse en favor de una colaboración que genere sinergias sin comprometer la identidad tecnológica de Nissan.
La empresa cerró el último año fiscal con una caída del 93% en sus beneficios netos durante el primer semestre, lo que la llevó a proyectar pérdidas anuales superiores a 500 millones de dólares.
Además, enfrenta una desaceleración en sus principales mercados, especialmente en China y Europa, donde la competencia con fabricantes locales y regulaciones más estrictas han afectado su rentabilidad.
Esta complejidad global exige un nuevo enfoque en la planificación de productos. Espinosa ha hablado sobre la necesidad de desarrollar plataformas flexibles que puedan adaptarse a diferentes regulaciones y preferencias del consumidor. “Lo que antes era una estrategia global uniforme, ahora debe ser un modelo de adaptación a cada región”, comentó.
El futuro de Nissan según Espinosa
Durante una visita a México en diciembre pasado, en el marco del lanzamiento de la Infiniti QX80, Espinosa dejó entrever su perspectiva sobre el futuro del sector automotriz. “La velocidad del cambio hacia lo eléctrico no es tan clara como pensábamos hace algunos años”, dijo en una entrevista con Expansión. “Hay factores geopolíticos, incentivos gubernamentales y cambios en la preferencia del consumidor que están alterando el panorama”.
Un ejemplo son los efectos de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, que condiciona los incentivos para autos eléctricos al uso de componentes producidos en Norteamérica. “Si no tienes baterías o materiales con origen regional, no puedes competir en precio”, explicó Espinosa en su visita a México. “El incentivo de 7,500 dólares cambia por completo la ecuación de rentabilidad”.
Además, el nuevo CEO de Nissan cree que el software será un diferenciador clave en la industria automotriz. En la misma entrevista, reveló que la compañía trabaja en un modelo de “feature on demand”, donde los usuarios podrán pagar por activar funciones específicas en sus vehículos, como modos de conducción para nieve o un ajuste deportivo temporal. “Es una forma de generar valor sin cambiar el hardware”, dijo.
Los próximos meses serán decisivos para el futuro de Nissan. Si Espinosa logra convencer a Honda de retomar las conversaciones bajo términos más equitativos, podría asegurar el acceso a tecnologías compartidas y plataformas de producción que aliviarían la presión financiera. Pero si la alianza fracasa nuevamente, la compañía se vería obligada a competir en solitario en un mercado cada vez más dominado por gigantes con mayores recursos.
La tarea de Espinosa no será fácil. Tendrá que navegar entre los intereses de los accionistas, la resistencia interna al cambio y las expectativas del mercado. Pero si algo ha demostrado a lo largo de su carrera es su capacidad para entender la esencia de Nissan: un fabricante que, pese a las dificultades, ha sabido innovar y reinventarse.
Su carácter afable y su estilo de liderazgo cercano podrían jugar a su favor en las negociaciones con Honda y en la reestructuración interna de Nissan. A diferencia de sus predecesores, Espinosa es conocido por su capacidad para escuchar a los equipos de ingeniería y producción, una cualidad que podría ser crucial en un momento en que la empresa necesita cohesión.
En el pasado, Nissan ha demostrado que puede superar crisis profundas. Tras el arresto de Carlos Ghosn en 2018 y la posterior reestructuración de la alianza con Renault y Mitsubishi, la compañía logró estabilizarse, aunque a un alto costo en términos de participación de mercado. Ahora, el desafío es aún mayor: necesita recuperar rentabilidad.
“Mi pasión siempre ha sido crear productos que la gente ame. Y ese es el reto ahora: hacer que Nissan vuelva a brillar”.
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