¿Todos los delitos merecen cárcel? Justicia restaurativa: una oportunidad de libertad y “perdón”

A la mayoría de las personas se les ha enseñado que quien comete un delito debe pagar con cárcel; sin embargo, el sistema acusatorio penal de México estable la existencia de la justicia restaurativa.

Leticia Hernández, defensora del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP) explica que hay dos tipos de justicia: la restaurativa y la retributiva.

En entrevista con Revolución TRESPUNTOCERO ella señala que en nuestro sistema acusatorio penal “se exigía que si se cometía un hecho se pagara con cárcel (…) así te lo digo porque así lo entiende la población. 

“Tú cometes un delito, que se pague con cárcel, a pesar de que el delito amerite el ‘perdón’, por así decirlo. Decían no (…) si me quitó 100 pesos, que pague con cárcel”. 

En la justicia restaurativa, por otra parte, “lo que se busca es que en este tipo de delitos patrimoniales que no tiene una gran afectación (…) se pueda observar la menor cantidad de personas privadas de la libertad”. 

La historia de Gladys

“El hecho de privar a una persona de la libertad implica muchos factores dentro de la misma sociedad o la misma comunidad”, es por ello que a través de diferentes vías se ha buscado reducir el número de personas que se encuentran presas, siempre y cuando sus delitos no hayan causado una gran afectación. 

Leticia Hernández resalta que no aplicar la justicia restaurativa puede llegar a romper familias, un ejemplo concreto es el caso de Gladys, una mujer que en 2015 Gladys fue detenida por intervenir en una pelea callejera en la que se vio envuelto quien entonces era su pareja.

“El hecho se comete en una pelea callejera que tiene su pareja, un compañero que tenía en ese momento y ella interviene cuando observa que están golpeando a su pareja”. 

En ese momento ella no era consciente de que su pareja “le quitó un teléfono celular y le quitó dinero a dos personas (…) nunca tuvo la intención o la conducta dolosa de cometer el hecho”. 

Tras la pelea los elementos policiales que llegaron al lugar detuvieron a todas las personas que estaban ahí. “Ellos dicen ‘este me robó’, entonces ‘como esta persona me robó y ella viene con ellos, detienen a los tres’”. 

Para ese momento Gladys ya era madre de familia, “cuando la detienen ella le pide a su papá que le ayude a cuidar a sus hijos”.

Gladys fue recluida en el penal de Santa Martha Acatitla, sin embargo, su padre vivía en Oaxaca, por lo que tuvo que llevarse a sus nietos a vivir a ese estado de la República para poder cuidarlos. 

“Estando dentro del penal Gladys tiene que trabajar para poder mandarle un poco de dinero a su papá para la manutención de sus hijos”. 

En casos como el de ella, que era “mamá soltera —su pareja en 2015 no era el padre de sus hijos—, responsable de dos menores, la única que sostenía a sus hijos, la única que se encargaba de velar que fueran a la escuela”, la justicia restaurativa habría sido una opción. 

Así lo sugiere Netzaí Sandoval Ballesteros, titular del IFDP, quien lamentó que “nuestro sistema de justicia en vez de preocuparse por tener un sistema restaurativo, castiga a la gente más pobre”.

En ese sentido, Leticia Hernández rescata que “con la entrada en vigor de los juicios orales lo que pasa es que ahora habrá algunos delitos en los cuales opere algo que se denomina ‘acuerdos reparatorios’, algo que se denomina ‘suspensión condicional’, para que puedan obtener la libertad”.

Hace unas semanas Gladys pudo obtener su libertad gracias al apoyo que el IFDP ha brindado a mujeres de Santa Martha Acatitla, esto como parte de un acuerdo que se estableció entre varios órganos jurisdiccionales de la CDMX y dicho instituto.