¿Quién mató a Virginia Woolf? Autora: Emma Rubio

Un 25 de enero de 1882 nació esta gran mujer cuyas letras nos llevan al viaje de un pensamiento maravillosamente feminista. Woolf en su obra Una habitación propia nos da la sentencia que toda mujer debe considerar, si toma en serio el quehacer de las letras: “Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción”. El 28 de marzo 1941 muere y el mundo pierde esperanza.

Las letras de la inglesa nos llevan a un mundo diferente pues ella se atrevió a romper con tradiciones narrativas. La temporalidad y la conciencia son temas que se encuentran como sitios comunes de su obra. Virginia sin duda fue una mujer con una conciencia muy crítica y reflexiva, admiradora de Bergson, sucumbió a la seducción de la filosofía y por ende, leemos en su obra reflexiones de índole filosófica.

¿Quién mató a Virginia Woolf? La gente le llama suicidio y en efecto, ella decidió ese 28 de marzo salir de casa con los bolsos cargados de piedras y sumergirse en las profundas aguas del río Ouse. Como muchos genios, la escritora padecía un trastorno mental conocido hoy día como bipolar, sin embargo, lo que era muy sabido en su época es que padecía una fuerte depresión por años. Pero no fue ni su enfermedad mental ni su voluntad quienes mataron a esta enigmática mujer. Ella sufría por el mundo, no podía cegarse ante la barbarie de la guerra, se ahogaba con ese gran monólogo interno que todo adicto a las letras padece y que sabe que se escriba lo que se escriba la injusticia y la penuria de los tiempos no perece. Virginia no fue una mujer débil, al contrario, no se puede vivir en bienestar si cada sensación del mundo es capturada por tus sentidos, no se puede cargar con el dolor social y no sentir que tu vida es una inutilidad, una insoslayable desesperanza. ¿Qué queda ante tal sensación de absurdo?

«Tengo la sensación de que me voy a volver loca de nuevo y ya no puedo continuar en estos tiempos tan terribles», citó en el Sunday Times of London. Es imposible no querer huir de la existencia ante tal realidad. A Virginia Woolf la mató la realidad.

¿A cuántos genios no ha matado la realidad? Recuerdo a Walter Benjamin quien también al estar huyendo de la Alemania Nazi decide quitarse la vida al toparse con el sin sentido de la misma.

Ahora que el discurso feminista se encuentra como tema de varios tipos de mesas, sería honroso dedicarle tiempo y reflexión a las letras de esta inglesa, pues en cada párrafo lleno de simbolismo, encontramos toda una postura de pensamiento que dignifica mi género. En su voz suena un himno de amor y respeto por la vida.

Valdría la pena que consideráramos replantearnos ¿Qué es para nosotros la realidad? ¿Cómo la habitamos?

Virginia Woolf se sentía más responsable que la mayoría de la gente ante la brutalidad de los hechos que estaban ocurriendo en el mundo en esa época. ¿Qué tanto nos sentimos responsables nosotros de lo que hoy ocurre en el mundo? Hablamos de las guerras como acontecimientos históricos, sin embargo, parece no haber conciencia de que habitamos una realidad de guerra por doquier y que muchas de ellas, las hemos propiciado por las más nimias diferencias.

Hoy quise recordar a esta brillante mujer y dedicarle unas lágrimas de nostalgia en forma de letras, pues sin duda alguna, su existencia embellecía al mundo.

@Hadacosquillas

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