Profetas

Mahoma, Buda, Abraham, Moisés, Jesús, mormón, Yu el grande, Soroastro, por mencionar algunos de los llamados profetas, han sido necesarios a lo largo de la historia de la humanidad, pues han sido receptáculos de los temores que el poco entendimiento humano a acarreado en el tiempo, sin embargo, la transmutación que el concepto de profeta y la aplicación con que se utiliza es fundamental para entender muchos de los grandes problemas sociológicos y políticos de nuestro tiempo.

Un profeta es aquel que sostiene haber tenido una experiencia personal de Dios recibiendo la instrucción de comunicar estas revelaciones con el permiso de hablar por él con los demás. También es un predictor de acontecimientos futuros siempre basándose en designios impuestos por aquel Dios con el que tiene interlocución.

Estas prácticas fueron sustanciales en la antigüedad para poder tener algo de paz ante el desconocimiento del mundo, la gente le otorgaba a cualquier charlatan ese poder por el simple hecho de no querer cargar con más preguntas de las que los agobiaban día con día.

Con el paso del tiempo fueron desapareciendo estos personajes del cotidiano puesto que la ciencia comenzó a dar respuestas y a la vez más preguntas, pero dentro de un marco metódico donde no caben las creencias. (Aquí podrías hablar de como la ciencia es amoral y que los falsos profetas promueven su moral: la ciencia es universal y no ve a quien en cambio lo demás es totalmente manipulado)Esta desaparición de profetas de las creencias religiosas fue directamente proporcional a la aparición y crecimiento de los profetas políticos, no olvidemos que la política siempre ha sido manipulada para vivir entre la creencia y lo sociológico, donde las corrientes de derecha siempre buscan las creencias y las izquierdas lo sociológico.

La nueva modalidad de dar misa, catequismo o adoctrinamiento por parte de estas corrientes fascistas, de derecha y conservadoras, es comprando o creando medios que lleven su palabra a las masas, otorgándole a personajes específicos este título de profetas, claro que todo escondido en la usurpación de una profesión para darle credibilidad llamada periodismo.

La derecha usurpa sin miedo cualquier causa noble, cualquierprofesión, hasta cualquier lucha legítima con tal de obtener lo que requiera en ese momento. De este método es de donde se ha agarrado del periodismo como uno de los instrumentos más eficaces de control masivo para, a través de la profetización, controlar.

Aunque el término de — falsos profetas —, es una contradicción en sí mismo ya que cualquier fundamento basado en cualquier creencia resulta ser falso, en México sí aplica, y voy a explicar porqué.

Con la dictadura que se fue gestando paulatinamente durante 70 años que gobernó el PRI al país y su no tan paulatina derechización, fueron creando una red para legitimarse constantemente basada en profetas, medios comprados o coludidos para mantener control, poder y dinero que adoctrinaban a placer, siempre de lo sutil a lo descarado, nadie se percataba que había caído ya en el pensamiento de lo que los dictadores querían, pero una cosa así no se puede mantener por siempre y cuando comenzaron a perder credibilidad la vía más lógica era simular un cambio, obviamente lo más cercano a esto fue un partido de derecha, el PAN. La dictadura siguió solo que, con otros colores, pero toda la estructura y hasta los mismos profetas siguieron.

En 2018 la sociedad mexicana tuvo un momento de inflexión al darse cuenta de que estábamos en lo mismo, nada cambiaba y todo seguía las mismas tendencias de opresión y corrupción por lo que volteó poco a poco años antes a la única opción que no profetizaba, sino que hablaba desde lo sociológico, de los problemas con sentido común y con claridad sobre lo que estábamos convertidos hasta que la mayoría decidió sin chistar buscar el cambio, ese cambio de las creencias manipulatorias a las realidades sociológicas, lo cual trajo consigo que los antiguos profetas encolerizaran y se convirtieran de la ecuanimidad que fingían tener a unas hienas embravecidas buscando sangre y destrucción.

Los falsos profetas cayeron y ahora son simples misioneros del mal buscando regresar a su estatus de profetas inmaculados, no importando la forma ni él fonda, menos aún la ética y por supuesto que ni siquiera contemplando acercarse a la verdad. Finalmente, solo son profetas.