¿Montserrat Caballero o el Terrible Morales? La encrucijada de Morena en la alcaldía de Tijuana

Por JP Guerra y JP Gaona

Las constantes lluvias no son lo único que ha azotado a Baja California en semanas recientes. A pesar de una reciente visita de Claudia Sheinbaum y el inicio del despliegue de la maquinaria electoral, en Morena BC hay más preguntas que respuestas, y las dudas que genera durarán más tiempo que las inundaciones, quizá hasta finales de marzo o incluso al despuntar abril.

Tijuana, en donde al partido le llueve sobre mojado, el estatus de la candidatura a la alcaldía de la ciudad es incierto. Hasta hace unos meses parecía claro que Erick “el Terrible” Morales sería el elegido. Sin embargo, más de un par de incidentes lo han dejado encharcado rumbo a la interna.

Por un lado, su relación con el panismo, incluyendo al expanista Jorge Ramos, con quien colaboró durante su periodo como alcalde de la ciudad y quien recientemente dejó al partido blanquiazul y decidió unirse al Verde Ecologista para asesorarlo (algunos dicen que dirigirlo).

Además de aquello, los desencuentros del Terrible con miembros de la prensa, servidores públicos y su omnipresencia en los espectaculares de la ciudad han perjudicado su imagen. Pero para otro sector de Morena la posibilidad natural en el municipio no es reconfortante. La actual alcaldesa de Tijuana también se ha encontrado con resistencias a sus aspiraciones de reelección, empezando por el Gobierno del Estado desde donde se promueve que sea un hombre el candidato, por más terrible que parezca el cambio.

En más de un sector, en especial el del empresariado afín a Morena, se habla de levantar a un tercer candidato o candidata (‘un caballo negro’).

Con la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de que en Tijuana y en Mexicali debe haber al menos una candidata mujer a la alcaldía, Montserrat Caballero Ramírez vio más posibilidades de retener su posición, tanto que dejó de mencionar en sus discursos la posibilidad de retirarse de la política en caso de que las encuestas favorezcan a otro (u otra), y al mismo tiempo anunció que pediría licencia y dejaría a su suplente Karla Ivonne Vázquez Salas.

Su gestión ha pasado por varias encrucijadas y cada una presenta una nueva complicación para su imagen pública: el constante conflicto con la prensa local y nacional, los problemas de infraestructura de la ciudad, además de la creciente percepción de inseguridad.

La sobreexposición de ambos precandidatos y otras figuras políticas ha dejado que desear en un sector de Morena que teme que esta estrategia de inundar con espectaculares y anuncios a la población pueda ocasionar un nivel de hartazgo que podría traducirse en un aumento de abstencionismo, que ya de por sí supera el 50%.

En más de un sector, en especial el del empresariado afín a Morena, se habla de levantar a un tercer candidato o candidata (“un caballo negro”) que no esté tan expuesto como Morales o Caballero. Pero ello dependería de la decisión en Mexicali, entre la reelección de Norma Bustamante o la otra apuesta de la gobernadora Marina del Pilar: Netzahualcóyotl Jáuregui. Ambos tienen también sus propios asegunes y en especial detractores.

En contraste, lo que no preocupa tanto a los morenistas de Tijuana es la oposición.

A lo lejos, casi sin barulla ni encanto, la ex alcaldesa suplente Karla Ruiz McFarland busca ser la elegida por Movimiento Ciudadano para competir por el municipio, ante la decisión de David Saúl Guakil de buscar un escaño en el Senado de la República y posponer sus aspiraciones en Tijuana para cuando MC tenga una mejor posición en el estado.

En el caso del Partido del Trabajo carece de un candidato natural a la alcaldía de Tijuana, con las intenciones de Jaime Bonilla de reelegirse en el Senado. Hay quienes esperan que el candidato sea el diputado Marco Antonio Blásquez, pues pidió licencia en el Congreso local con anterioridad y ha dado a entender que tiene esas aspiraciones en sus múltiples apariciones en la cadena televisiva PSN, aunque está por verse si los problemas legales que carga no lo hunden en un mar de incertidumbre de su propia creación.

El PAN y el PRI deben decidir a su candidato dentro de los parámetros ya establecidos por el Tribunal Electoral, con las dos opciones punteras siendo Bernabé “Bernie” Esquer quien cuenta con un gran apoyo de los panistas de la vieja escuela (incluyendo el ex alcalde Juan Manuel Gastélum, “el Patas”) y, al otro extremo, la comunicadora Maricarmen Flores, quien ha acaparado el reflector en la mayoría de los eventos que han convocado los partidos.

El PRD, que va solo en las locales, aún no tiene asignado a un candidato y aunque algunos apostaban a Jaime Martínez Veloz para representar al partido del sol naciente, hay poca claridad sobre qué es lo que esperan conseguir los perredistas en este proceso electoral salvo recuperar su registro.

Juan Carlos Hank Krauss ya se vende como diputado federal por el PRI, lo que representaría un regreso inesperado de la familia Hank.

Y a nivel estatal, el PES pasa por un tiempo complejo. Primero, el abrupto final de la alianza con Morena representó un golpe certero al instituto y más tarde la reacción en redes sociales a un video en Tik Tok publicado por un de las hijas menores del clan Hank desató un frenesí de contenidos y críticas que le permitieron a varios medios de comunicación regresar a la conversación una buena parte de la historia oscura que envuelve al casinero.

Con pocos candidatos naturales, incertidumbre respecto a acuerdos a los que puedan llegarse en el estado sin la intervención de la cúpula morenista nacional (a quien se le responsabiliza por la caída de la alianza), la suerte del PES BC podría depender de una clase distinta de pactos.

Juan Carlos Hank Krauss ya se vende como diputado federal por el PRI, lo que representaría un regreso inesperado de la familia Hank al partido tricolor luego del fiasco electoral priista del 2021. Pero ese regreso le podría terminar por costar al PRI, pues parece ser una jugada desesperada de ambos lados, demostrando que hay sangre en el agua.

Antes de que termine febrero es cuando se espera que haya una definición sobre las candidaturas locales, para saber quién saldrá a flote y quién tendrá que buscar otra manera de no ahogarse en el intento.