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“Ebrard y Monreal veían como una amenaza la proximidad que hemos tenido por muchísimos años Claudia y yo”

El doctor Hugo López-Gatell conoce a Andrés Manuel López Obrador desde los 90, un dato no menor para comprender por qué se le encomendó dirigir los esfuerzos contra la pandemia. “En mi caso yo identifico una cercanía que en mi propia práctica ha estado presente al menos desde 1992, que fue cuando yo lo conocí personalmente”, dijo en entrevista para Revolución 3.0 en un tranquilo y hermoso lugar conocido como Casa Tuna, donde además reconoció que consultó a AMLO y a Claudia Sheinbaum sobre su futuro político, y evocó la memoria del médico Salvador Allende.

Al hablar de su aspiración a la candidatura de Morena a la Ciudad de México inicia haciendo un posicionamiento. “El proceso de selección de la persona que coordine la transformación en la Ciudad de México es un proceso cuyo protagonista es la transformación misma, es decir toda consideración sobre quién o qué grupo, o qué corriente política al interior del movimiento, debe encabezarla es secundaria y de menor importancia con respecto a la importancia de seguir impulsando la transformación para que se extienda, se profundice y se siga restaurando la República y restaurando la Ciudad de México”, aclaró.

Finalmente, aprovechó la oportunidad para agradecer el apoyo del diputado petista Gerardo Fernández Noroña, el cual inclusive le prestó su “noroñabus” para la campaña en la capital del país. “Un compañero por el que quiero expresar mi enorme respeto. Es un compañero de la transformación que ha sido sumamente congruente y respetuoso de los procesos internos, y sumamente aguerrido y también a él lo atacan. Nos reímos juntos pensando que estamos en un concurso por ser el segundo individuo más atacado después del presidente López Obrador”, añadió.

¿Por qué Hugo López-Gatell debería ser el candidato de la 4T en la Ciudad de México en 2024?

Quienes competimos hoy en una lucha fraterna, o en un proceso de contienda interna fraternal, por ser la persona que coordine la transformación, tenemos diferencias: de formación, de trayectoria, tanto política como técnica o académica. Tenemos diferencias sobre cuáles son los elementos más relevantes que identificamos, y diferencias de capacidades, cada quien tiene virtudes, cada quien tenemos limitaciones, pero podemos identificar esas diferencias. Esas diferencias reitero, enfatizo, no impiden que trabajemos juntas y juntos en su momento, cuando se decida quién coordina la transformación en la Ciudad de México, decisión que le corresponde tomar al pueblo, y a nadie más…

A través de la encuesta…

A través de la encuesta. Cuando eso ocurra todos quienes estamos participando tenemos el compromiso moral -y lo hemos hecho explícito- de que podemos conciliar esas diferencias y podemos trabajar por el mismo proyecto, y vamos a apoyar a la persona que logre ser designada.

Está haciendo hincapié en los grupos, y a usted se le relaciona con el grupo del presidente López Obrador, con su círculo más cercano. ¿Esa lectura es correcta?

Bueno, yo siento un gran orgullo de haber trabajado directamente con el presidente López Obrador en el tiempo más difícil que haya vivido no sólo México sino el mundo entero. Y eso da un tipo de relación muy particular, porque uno participa de decisiones que no se tomarían en condiciones ordinarias. Y eso requiere de una identificación, de lealtades del más alto nivel, de convicciones profundas y, desde luego, de una identificación tanto ideológica como política, como ética, en este caso con el líder histórico del movimiento que es el presidente López Obrador. Quizá por eso la gente me identifica con esas características.

Yo digo con gran orgullo y además gran alegría que a mis 54 años todo lo que he cultivado en mi trayectoria como persona -no solamente mi formación profesional, sino también en mi práctica de vida, en mi práctica de vida social, política- tiene una ratificación en el ideario y la ética del presidente López Obrador. En otras palabras, mi confluencia y mi identificación con el presidente López Obrador no es algo que surgió por el hecho de que yo haya trabajado en el gobierno, acaso es al revés: dado que tengo una gran identificación con él siento -y no tengo duda alguna- haber llegado al lugar correcto para ejercer mi participación en el gobierno, en el momento más oportuno.

Sin embargo, se habla de tensión entre su grupo y el grupo de quizá la persona de mayor confianza del presidente López Obrador, la virtual candidata presidencial Claudia Sheinbaum, debido a la postulación de Omar García Harfuch en la Ciudad de México. ¿Existe tal malestar?

Considero que es una apreciación equivocada. Y lo considero como suelo considerar las cosas, dada mi formación científica, académica, con base en análisis de información, con base en análisis de percepciones públicas y también de señales de la dinámica política interna. A Claudia Sheinbaum la conozco más o menos en el mismo tiempo que al presidente López Obrador. Yo participé en el movimiento estudiantil universitario, en la UNAM, y a Claudia le tocó ser de las fundadoras de lo que entonces era la vanguardia de ese movimiento, que fue el Consejo Estudiantil Universitario, el CEU, que emergió el 31 de octubre de 1986, y yo me incorporé a la universidad en 1988. Y ahí se reactivó el movimiento, con el mismo sentido político, las mismas aspiraciones, que fueron en su momento lograr que la educación pública sea gratuita, sea incluyente, sea científica, que se democraticen los órganos de decisión y de gobierno de las universidades públicas…

¡Cuánta vigencia de eso!

Pfff… Sigue siendo vigente esto, hasta el minuto. Y a Claudia la conocí desde que yo entré ahí a la universidad y que me incorporé inmediatamente al movimiento…

¿Antes de que se fuera a Stanford?

Mucho antes, sí, sí. Eso fue cuando se estaba creando o se estaba concretando el Congreso Universitario, eso fue en 1990. Entonces yo conocí a Claudia dos años antes de conocer al presidente López Obrador, y la conocí de manera muy cercana, no nada más porque estuviéramos en las mismas marchas o en las mismas actividades, sino que dentro del CEU había perspectivas, había distintas corrientes políticas, y estuvimos en la misma corriente política. Los medios y los analistas políticos le llamaban la “corriente histórica” del CEU, esa es en la que yo estaba participando. Estuve en casa de Claudia muchas veces, junto con otras compañeras y compañeros, haciendo documentos, discutiendo la estrategia, la táctica…

Haciendo activismo universitario…

Haciendo activismo y haciendo la preparación del movimiento. Aunque hemos tenido momentos en donde no nos hemos encontrado: cuando ella se fue a Stanford a hacer su posgrado, cuando yo me fui a Estados Unidos también, a Baltimore, a hacer mi doctorado. Entonces, no nos continuamos viendo, pero hemos conservado una amistad, junto a un grupo amplio de compañeras y compañeros…

¿Cómo quién?

Jesús Ramírez Cuevas, por ejemplo, Martí Batres Guadarrama, Lenia Batres, varios compañeras y compañeros que hoy estamos en la Cuarta Transformación.

Los Puros y Duros de Morena.

Más o menos. [Risas] Exactamente…

¿Y ahora?

Bueno, regresando al punto, los medios opositores sembraron una idea absolutamente falsa de que había una brecha entre los distintos grupos de identificación política dentro de Morena. Una de las que falsamente se ha trazado es que el presidente y Claudia tienen cierta distancia. Eso es completamente falso y es demostrable. No hay mayor situación de proximidad política, ideológica, ética, e incluso personal, en términos de afecto, en todo el espectro político de la izquierda, que la que tiene Claudia con el presidente.

Y también los medios quisieron sembrar discordia durante la pandemia de Covid-19 y quisieron fabricaron una idea, sí, fabricaron una idea completamente falsa de que Claudia y yo…

De que usted tenía una estrategia contra la pandemia y Sheinbaum otra para la CDMX.

Así es. Lo cual es absurdo. Déjeme decirle que ese planteamiento vino por un lado de los medios corporativos, de los medios de la derecha, y de los políticos de la oposición, pero también de algunos personajes al interior de Morena. Lo voy a decir y que quede constancia de que lo dije, yo sostengo siempre lo que digo en cualquier foro. Algunos grupos dentro de Morena, dentro del movimiento, que tenían liderazgos que ya estaban anticipando el proceso de sucesión presidencial, de selección de la persona coordinadora de la transformación para 2024-2030, veían que la proximidad que tenemos y hemos tenido por muchísimos años Claudia y yo podía ser una amenaza a su influencia. Entonces esos grupos fueron partícipes, de manera muy directa y muy activa, de sembrar esa desinformación en los medios corporativos…

Déjeme intentarlo: ¿Ricardo Monreal?

Sí, posiblemente. Y otros varios…

¿Adán Augusto López?

No, Adán llegó después y yo creo que no. Bueno, lo podemos ver y lo puedo decir también con soltura por las actitudes que se tuvieron cuando se designó a la persona coordinadora de la defensa de la Cuarta Transformación, este sabotaje al proceso interno…

Ya, ya: Marcelo Ebrard.

Entonces, la razón es esa. Usted lo dijo hace ratito: los puros y duros. Hay un grupo político amplio dentro del movimiento que hemos venido participando consistentemente en la misma postura que el presidente López Obrador, en los distintos ciclos de lucha…

Congruencia.

Y somos congruentes con esa postura, no hemos estado dando bandazos, no nos hemos salido a participar con otros partidos, no hemos coqueteado con los grupos de interés económico para ver qué simpatías tenemos, no empezamos a mandar señales de que nos corramos hacia el centro o que desdibujamos la agenda política de la transformación que evidentemente nace y se desarrolla en la izquierda. Y, por eso, han intentado sabotearnos y han intentado dividirnos, pero yo estoy muy tranquilo.

Hay dos rubros en los que la administración actual en la ciudad puso el foco: uno en términos muy positivos y el otro en términos negativos, según las mediciones de opinión pública. El primero es la seguridad, luego de que Sheinbaum restauró lo que conocíamos antes como la “burbuja de seguridad”. En esta materia me gustaría ser un poco escéptico con usted, desafiarlo, y por ello pregunto: ¿qué puede ofrecer, mejorar, un epidemiólogo?

Es una pregunta totalmente válida. Las personas que analizan los fenómenos de la realidad social, pienso que en general tienen -o tenemos, me incluyo- sesgos de acuerdo a nuestra preparación, nuestra visión. Yo hago una pregunta abierta para situar el contexto de mi respuesta que es la siguiente: ¿en dónde se estudia para ser gobernante? ¿Tenemos una escuela de presidentes y presidentas? ¿Tenemos una escuela de gobernadoras, gobernadores? No, no hay una carrera universitaria…

Antes el PRI decía que en la Facultad de Derecho, su cantera de liderazgos políticos…

Ese es el punto. Y antes eran militares, después de la Revolución Mexicana tuvimos toda una secuencia hasta Manuel Ávila Camacho donde para ser presidente había que ser general del Ejército. Luego vino la época de los licenciados, licenciados en Derecho, y tuvimos una época donde había que ser abogado (porque hemos tenido puros hombres, aquí no aplica el claro el lenguaje incluyente de género). Luego vino neoliberalismo y había que ser economista.

Y se asume -yo creo que legítimamente, pero posiblemente no correctamente- que la persona es competente para su profesión, aunque algunas profesiones por el hecho de que ya han ejercido en la práctica de gobernar a lo largo de la historia, se asume que son pluripotenciales.

Que nacieron sabiendo…

Que nacieron sabiendo gobernar, y yo no considero que eso sea un razonamiento correcto. Hay países, y hubo épocas incluso en México, en donde se forman los cuadros políticos porque los partidos políticos tienen escuelas de cuadros. El propio PRI hubo una época en donde fue muy robusto, muy riguroso, en formar sus cuadros políticos, y les enseñaba historia, diplomacia, les enseñaba un poco de economía, leyes, etcétera. Luego eso se ha perdido. Hoy Morena está haciendo un excelente trabajo a través del Instituto Nacional de Formación Política precisamente de cubrir un vacío que no se tuvo en la izquierda por muchos años, y lo cual es preocupante porque son al menos dos generaciones que quedaron sin formación…

Estábamos muy divididos.

Y también estábamos muy divididos. Entonces, regresando a la pregunta de los distintos desafíos que tiene la ciudad, uno de ellos es la seguridad pública. Es muy posible que las estadísticas, los números duros, podrían demostrar que no es el problema más importante. Aunque la percepción pública podría en una encuesta, por ejemplo, situarlo como el problema más importante.

Mi análisis es que no está en términos negativos, sino todo lo contrario, que comenzó a resolver el problema…

A eso voy. Es muy interesante. Claudia recuperó esa agenda, y volvemos a lo que comentábamos hace rato, es esa congruencia con la transformación. Era esperable que Claudia retomara el camino de López Obrador…

Luego que años atrás se perdió…

Uno de los logros que tuvo Claudia, indudablemente apoyada también por la estrategia de seguridad pública del Gobierno Federal pero tiene mérito propio y -por qué no decirlo- también con una muy buena gestión de Omar García Harfuch al frente de la Seguridad Pública de la ciudad, es que se lograron abatir los índices de criminalidad. Y Claudia le imprimió enfáticamente un sentido social a la prevención del delito, a la reintegración social, a la reconstrucción del tejido social, como el mecanismo más poderoso de disminuir la actividad criminal. Entonces, aquí viene la paradoja. ¿Por qué habría de ser el tema más importante la seguridad pública en la ciudad cuando acabamos de tener cinco años -y continúan ahora con Martí- de gobierno exitoso en materia de seguridad pública?

¿Por qué?

Regreso también al tema de percepciones: el conservadurismo está alimentando la sensación de que lo más importante en la ciudad es la seguridad pública.

¿Alentando una candidatura con ello?

Exactamente. Yo lo he dicho con franqueza un par de veces. Lo vuelvo a decir, no tengo por qué ocultarlo: yo pienso que Omar está actuando con lealtad al movimiento, pero inmediatamente los partidos y las fuerzas de la oposición conservadora, de la derecha, lo identifican como su candidato benévolo. Y este mismo fenómeno pasó a nivel nacional con Marcelo Ebrard. Como se saben derrotados, y saben que van a perder cualquier proceso electoral próximo, entonces dicen: “Bueno, por lo menos que sea el más parecido a nosotros”. Y entonces están apoyando, los conservadores están apoyando a Omar García Harfuch en múltiples mecanismos. Y ahí viene el discurso de que la seguridad pública es lo más importante.

Y termino diciendo que este cuestionamiento de “cuál es tu profesión” y “por qué te saltas a la política” yo no veo que se lo hayan hecho, por ejemplo, a Omar García Harfuch. Su profesión es policía; policía no es político, ¿o sí? Clara Brugada es economista. ¿Su profesión es política?

Bueno, el mejor ejemplo en ese sentido es Claudia Sheinbaum.

Y en cambio tenemos un excelente ejemplo del otro lado: Claudia Sheinbaum es una científica, es ingeniera ambiental, tiene también en una educación en física, en ciencias exactas y fue una excelente política, y lo ha sido por mucho tiempo.

Avancemos. El segundo rubro del que le hablaba antes, este en términos negativos, es la movilidad. ¿La administración de Sheinbaum tiene una deuda en movilidad con la CDMX? ¿Y usted cómo podría solucionar los problemas en este sector?

La salud es mucho más que hospitales consultorios, medicinas y quirófanos. Yo soy médico especialista en medicina interna, pero soy doctor en epidemiología, en salud pública, y eso es una ciencia social. Porque la salud pública, la epidemiología, lo que atiende es a la población. Y la salud de las poblaciones no es darles medicinas, sino es que tengan una alimentación saludable, que tengan espacio para hacerlo y lo hagan actividad física, que tengan salud mental -lo que requiere una socialización saludable-, es que tengan distintos derechos sociales y que los ejerzan a la cultura, a la movilidad, etcétera, entonces sí tengo una preparación en muchos casos formal, en diversos aspectos de la vida humana, prácticamente diría que en todos. La propia seguridad pública es un asunto de salud pública. En la escuela donde yo me formé, donde dice el doctorado, hay un área de trabajo sobre el control de armas desde la perspectiva de salud pública. En la Universidad de Johns Hopkins.

Pero, regresando al tema de la movilidad que lo traigo también desde mi formación, en este gobierno con el presidente López Obrador he participado de manera directa en el impulso algo que es histórico en México que fue una reforma constitucional para reconocer por primera vez en la historia de México el derecho a la movilidad. La movilidad segura e incluyente. Y esa movilidad, ya reconocida como derecho constitucional, permitió que se creara una Ley General de Movilidad Sostenible y Segura, que lo que permite es ya formalizar el sustento legal para activar una serie de cambios reglamentarios, una serie de servicios públicos que garanticen la movilidad. Y esto va mucho más allá que el solo transporte. Y yo precisamente estaba pensando en el transporte, en el Metro, en el lamentable caso de la Línea 12. Porque antes la visión era sólo el transporte, y había varios enfoques: una era un transporte eficiente mayormente público, el otro eran vías de comunicación (carreteras, calles, etcétera), y lo tercero era los automotores que fueran seguros (cinturón de seguridad, bolsas de aire, etcétera), y el transporte limpio.

Entonces yo estuve muy involucrado en eso siendo servidor público del gobierno del presidente y trabajé con los colectivos y fundaciones de la sociedad civil, y la secretaría de Desarrollo Urbano, Territorial y Agrario, con Román Meyer Falcón, un gran amigo, con quien impulsamos todo este proceso. Se acaba de publicar la semana pasada la Estrategia Nacional de Movilidad Segura. Entonces por esas razones, y por mi formación en la salud pública, y por mi entendimiento de cómo funciona la sociedad, tengo muy claro que movilidad es uno de los grandes temas a resolver en la ciudad. Yo sigo felicitando a Claudia por el trabajo que hizo.

Finalmente, le pregunto: más allá de saber si está interesado en otro lugar de no ser el candidato de la 4T en la CDMX, ya lo ha respondido antes cuando le hacen hincapié en que sólo está buscando el fuero, ¿anticipa una operación política para llevarlo ante la justicia después de 2024?

Claro, con gusto. Déjenme decirle que cuando he oído esas fórmulas propagandísticas en los medios corporativos y en los políticos de la derecha, y de repente uno que otro despistado dentro de Morena, me genera unas emociones mixtas. Por un lado me da risa, porque me hace ver cómo se proyecta la gente. Para los grupos del partido conservador, de este conglomerado amorfo y altamente inefectivo, tóxico, desprovisto de ideas, que es el conservadurismo, hay un fenómeno de proyección. Es decir, lo que ellos han hecho toda la vida que es estar brincando de un lado a otro, y buscar protección, porque saben que hicieron actos de corrupción rompieron la ley y traicionaron al pueblo, y ellos lo que hacen es eso, buscar protección y que les den un lugar donde la pasen bien hasta que caduquen los plazos legales de sus delitos. Entonces ellos supondrán que nosotros en el Movimiento de Regeneración Nacional vamos a hacer lo mismo. Pero, cito al presidente: “No somos iguales, que no nos confundan”.

Ahora, lo que lo otro que me produce es compasión. Yo pienso: estas pobres personas del conservadurismo están tan derrotadas moral y políticamente que están desvariando, están ya dando patadas de ahogado, están buscando hacer propaganda en contra de aquellas personas que ven más amenazantes. Yo nunca he visto que se ataque alguien que está derrotado, y yo nunca he visto que se ataque a alguien que está en debilidad. Entonces, hoy tenemos cuatro contendientes -hoy ya cinco con Miguel Torruco- en el proceso interno y al único que atacan es a mí. Entonces digo: “¡qué curioso¡”.

Y efectivamente, continuar la transformación requiere que todas y todos pongamos nuestra capacidad en el punto, en el sitio más oportuno. Y ese sitio uno no puede anticiparlo. También cito al presidente que “no se trata de cargos, sino de encargos”, y considero que eso, en toda la estructura, sobre todo en la estructura orgánica de Morena a nivel de la militancia, las dirigencias medias, todavía hay grandes oportunidades por formar más a los cuadros que vienen arrastrando prácticas del pasado. Algunas prácticas de cuando algunos de ellos fueron priistas, muchos que estuvieron en el PRD y cómo terminó implosionando, colapsándose en el descrédito y la corrupción, y algunos que han tejido a partir de su militancia en Morena o su participación en diligencias nuevos nichos de sectarismo, nuevos nichos de falta de entendimiento del proyecto grande.

Pero terminó diciendo: yo voy a estar en la transformación. Cito al compañero Gerardo Fernández Noroña, quien dijo cuando terminó el ciclo de selección de la persona coordinadora a nivel nacional, durante su discurso en el Consejo Político del 10 de septiembre: “Si ese sitio es repartiendo volantes casa por casa, con gusto ahí estaré”.

 

Esta nota fue recopilada de: https://revoluciontrespuntocero.news/ebrard-y-monreal-veian-como-una-amenaza-la-proximidad-que-hemos-tenido-por-muchisimos-anos-claudia-y-yo/, el notichairo solo difunde otro enfoque de la verdad.

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