Cerco mediático y pobres argumentos de la derecha en contra de la reforma eléctrica –

– Anuncio –

El inicio del Parlamento Abierto para discutir la contrarreforma eléctrica en el Congreso, ha evidenciado las viejas alianzas entre los grupos que sostuvieron al régimen neoliberal en México durante décadas.

La cobertura mediática brilla precisamente por la gigantesca parcialidad hacia los argumentos de las cúpulas empresariales y los partidos de derecha, que tienen reservados espacios de privilegio en el despliegue informativo de los grandes medios corporativos.

Disfrazados de consultores y expertos independientes, los empleados y cabilderos de las grandes empresas trasnacionales de energía, han ocupado amplios espacios en los foros, programas de radio y televisión, así como las páginas de los diarios, para tratar de posicionar la idea de que la contrarreforma eléctrica generará una pérdida significativa de la inversión privada, y con ello sumir al país en una grave crisis.

Fieles a su costumbre, los propagadores de la infamia apuestan a la campaña de terror para tratar de generar una opinión contraria a la reforma eléctrica entre los mexicanos. «10 años de crisis en inversión y crecimiento esconde reforma eléctrica de AMLO», señala un titular del periódico Publímetro. «Advierten fuga de manufactureras por reforma eléctrica», dice el Reforma. «La reforma eléctrica pone en riego la inversión y bolsillos de las familias: expertas», apunta El Financiero. «La reforma eléctrica de AMLO ahuyentará las inversiones: Coparmex», señala Forbes.

Sin embargo, algunos de esos titulares alarmistas han sido negados, paradójicamente, por líderes de las cúpulas empresariales. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar, rechazó que la contrarreforma provoque una fuga de inversiones. “Eso es falso, no se van a ir. Lo señaló aquí el representante de Concamin. México es un país muy confiable”, dijo Salazar tras concluir el séptimo de 19 foros previstos para discutir la contrarreforma.

Sin embargo, todavía está por verse si la campaña mediática de la derecha tiene algún efecto medible entre la población, ya que las últimas encuestas disponibles señalan un claro respaldo de los mexicanos a la contrarreforma eléctrica planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Una medición del Gabinete de Comunicación Estratégica, realizada en octubre de 2021, señala que el 64% de los mexicanos está a favor de la propuesta del Ejecutivo federal.

Según otra encuesta de El Financiero publicada en noviembre de 2021, el 51% de los mexicanos respalda que se lleve a cabo la contrarreforma mientras el 31% la rechaza.

Pese a ello, las élites empresariales mexicanas, aliadas del gobierno de EE.UU., pretenden posicionar la idea de que dicha contrarreforma generará fuga de capitales. Las asociaciones de empresas manufactureras, industriales y hasta de tiendas de servicios, intentan mover su influencia para posicionar esta idea en la agenda mediática.

Del lado del bloque de la 4T, la figura de Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad, ha sido la que más ha acaparado la atención de algunos medios, sobre todo, por sus expresiones en torno a los pobres argumentos del bloque opositor. “Son malísimos, son muy mentirosos”, dijo Bartlett.

Algo de razón no le falta. Hasta el momento, el sector empresarial no ha podido derrumbar dos de los argumentos centrales del gobierno: 1) la existencia subsidios disfrazados para las empresas privadas de electricidad que no pagan derechos por el uso de las líneas de transferencia; 2) la manera en que muchas empresas privadas de electricidad están vendiendo electricidad de manera ilegal a otras empresas mediante un simulado esquema de asociación.

El dato es contundente: 243 centrales de energía de privados tienen más de 77,767 clientes, a pesar de que la ley establece que sociedades de autoabasto no pueden vender energía.

Según la CFE, este esquema arroja pérdidas de 10,000 millones de pesos por año para la compañía estatal de electricidad. Un tema que tampoco ha podido ser refutado.

Pese a la vapuleada en términos argumentativos, no parece que el bloque opositor vaya a ceder fácilmente a dejar avanzar el proyecto de ley. Las bancadas del PRI, PAN y PRD ya advirtieron que bloquearán la contrarreforma eléctrica. Sin embargo, Rubén Moreira, líder de los diputados del tricolor, indica que el proyecto pasará al pleno después de los comicios.

«He visto matices de lo que pudieran ser diversos puntos de encuentro para tratar de llegar a un tipo de acuerdo entre los actores de este proceso político-legislativo», apuntó Moreira. Una señala de que al menos un sector del PRI, podría lograr un acuerdo con el bloque encabezado por Morena para destrabar la negociación, mediante algunos cambios en la redacción de la ley.

Hasta el momento, la injerencia del gobierno de EE.UU. tampoco parece haber sido un factor determinante para hacer recular al gobierno mexicano, aún cuando funcionarios estadounidenses han sostenido encuentros con altos mandos del gobierno lopezobradorista para tratar de ejercer presión, sin resultados palpables hasta el momento.

Aunque todavía falta ver en qué términos habrán de darse las negociaciones para la aprobación de la contrarreforma, los foros del Parlamento Abierto han permitido mejores condiciones para el debate público, aún con el cerco mediático que impera. Un factor que permitirá a la bancada Morenista en el Congreso afianzar sus argumentos e identificar posibles puntos de negociación con el bloque opositor.

Visto de lejos, pareciera que la primera mitad de los foros han permitido un ligero avance rumbo a una posible aprobación de la reforma. El tiempo lo dirá.

– Anuncio –