Noticias

El síndrome de Eróstrato

– Anuncio –

En días recientes escuché de manera repetida la frase: “se han incendiado las redes sociales”. Cuando supe el motivo que convocó, inmediatamente me vino a la mente el síndrome de Eróstrato, que refiere a un deseo patológico de popularidad, haciendo alusión a un personaje de la antigua Éfeso, en la actual Turquía, que tenía como propósito ser famoso a cualquier precio. En pinceladas muy rápidas, este personaje fue alguien que soñaba con ser reconocido como una celebridad, pero que, incapaz de realizar proeza alguna que le hiciera merecedor de tal reconocimiento, optó por pasar a la historia como el incendiario y destructor de unas de las construcciones más bellas del mundo antiguo: el tempo de Artemisa en Éfeso. 

Volviendo a la realidad actual, la efímera popularidad alcanzada en redes virtuales, está lejos de poder presentarse como una remontada en los espacios políticos nacionales. No sólo por tratarse de expresiones que se dan al interior de una red privada (dicho sea de paso, trasnacional con registro en Estados Unidos), también por el tipo de demanda social que convoca, una que nos permite ver con mayor claridad los intereses de los grupos reaccionarios al cambio, a través de las voces que abiertamente declaran no estar dispuestas a fortalecer la línea estatal que está impulsando el gobierno mexicano, al que con descalificativos y no argumentos, se la pasan contradiciendo. 

Y no es para menos si lo que se busca en esta adminitración es poner fin a las redes de poder transexenal y poder trasnacional que se tejieron en el neoliberalismo. Las primeras entendidas como la articulación entre lo público y lo privado, y las segundas como la articulación entre lo nacional y lo global. Lo cual por supuesto que tiene que ver con la esencia del neoliberalismo. Ya que durante esta fase imperaron dos formas principales de acumulación: 1) Bajo formas financieras (no productivas) y 2) Mediante la corrupción, expresada en el saqueo de los bienes públicos, que fue la forma asumida por las élites político-empresariales mexicanas. Ambas aplicadas en beneficio de las grandes empresas multinacional, y de las cuales, dicho sea de paso, un segmento de la clase política mexicana se volvió accionista.

¿Se dan cuenta por qué no se tiene la “oposición inteligente” que este país necesita? Sencillo, poque han perdido su capacidad de argumentar hasta en su propia lógica. Porque dicen querer que el Estado realice las funciones de redistribución que a todas luces se requieren, pero también se pronuncian porque no se meta con las relaciones de propiedad de las empresas multinacionales. Es más, hay voces que llegan al absurdo de intentar justificar su no pago de impuestos. Por ello es momento de que como mexicanas y mexicanos reconozcamos que cuando las fuerzas sociales y las clases populares toman el control del Estado nacional, se está frente al mejor escenario para que puedan realmente llevarse a cabo efectivas tareas de redistribución. 

Por eso, sugiero a ustedes, estimadas y estimados lectores, que en nuestros análisis partamos de entender al Estado Mexicano como una compactación institucional de las correlaciones sociales que atraviesa todos los ámbitos de la sociedad; desde las burocracias estatales (como el sistema de partidos) hasta los grupos de interés económico que tienen micrófono abierto en los medios de comunicación dominantes, y claro, la sociedad civil. Para así superar la idea de que el “Estado” y “sociedad civil” son esferas que se contraponen simplemente, y pasar a entenderlas como parte de una unidad condicionada por sus contradicciones. Para así poder ver que las clases económicamente dominantes son las que durante muchos años no tuvieron mayores contrapesos (palabra tan de moda hoy en día). 

Cierro diciendo que un pueblo que conoce su Historia, tiene la posibilidad de desarrollar de manera colectiva sus vínculos políticos en el tiempo. De reconocer en el tiempo, la posibilidad de construir nuevos espacios transformadores. De seleccionar qué toma como herencias, y qué como momentos que urgen ser superados. Y la urgencia más clara que hoy se nos presenta es la de modificar las relaciones estatales con las Empresas Multinacionales, incluidas las vinculadas con los medios de comunicación, por más carismáticas que sean sus empresarias.

– Anuncio –

Esta nota fue recopilada de: https://revoluciontrespuntocero.mx/el-sindrome-de-erostrato/, el notichairo solo difunde otro enfoque de la verdad.

notichairo

El Notichairo recopila información de las principales fuentes de información, nos dedicamos difundir lo que no quieren que sepas: La Verdad. Toda la información pertenece a sus respectivos autores.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba